La adecuación textual

En la entrada anterior vimos como la coherencia y la cohesión son mecanismos de gran importancia en un texto y a estas se le suma la adecuación para hacerlo completo, para formar un todo unitario.
Dentro de la adecuación encontramos elementos de gran importancia como son: el emisor, el receptor, las funciones del lenguaje o el código empleado en el texto.

Para que un texto sea adecuado tiene que ajustarse a la situación comunicativa en la que se desarrolla. Por ejemplo, si queremos redactar un texto formal tenemos que pensar un tema que así lo sea, y nosotros como emisores hemos de establecer una relación estrictamente cordial con el receptor.

Otro elemento a tener en cuenta a la hora de adecuar un texto es la intención comunicativa. La intención puede ser reflexionar, criticar, elogiar, instruir..., y para ello se deben de introducir en el texto los términos y expresiones pertinentes para transmitir aquello que se desee.

Por ejemplo, no es adecuado dirigirse al director del instituto utilizando expresiones como "pasa un buen día", o "muchos besos" al finalizar una carta formal. De la misma manera,  tampoco es muy pertinente despedir a tu amigo en una carta con la fórmula "saludos cordiales".

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